El asesinato del guardia penitenciario Jimmy Flores Salazar, ocurrido este martes en Cali, detonó una serie de medidas urgentes por parte del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que calificó los recientes hechos como parte de un “ataque sistemático” contra sus funcionarios. La institución confirmó la suspensión inmediata de las visitas en los centros carcelarios de Bogotá y el Valle del Cauca, como respuesta directa a la creciente ola de violencia.
Flores Salazar fue baleado mientras salía de su turno en la cárcel Villahermosa, convirtiéndose en la tercera víctima fatal en menos de siete días. A este crimen se suma el asesinato de un médico penitenciario en el mismo centro de reclusión, y otros tres atentados que han puesto en jaque la seguridad del personal carcelario.
En un comunicado emitido la noche del martes, el Inpec anunció una batería de acciones operativas y administrativas para salvaguardar la vida de sus funcionarios. Además de la suspensión de visitas, se ordenó el alistamiento de segundo grado a nivel nacional, la implementación de turnos 24×48 en zonas críticas, y el apoyo permanente de la Policía y el Ejército en los desplazamientos de los trabajadores penitenciarios.
El personal administrativo podrá acogerse a modalidades de trabajo en casa o a horarios flexibles, especialmente en la Sede Central, donde esta medida comenzará a regir desde el jueves 9 de octubre.