La muerte de Tirofijo: el final silencioso del jefe guerrillero más buscado y sanguinario de Colombia

A finales de marzo de 2008, Colombia recibió una noticia que parecía sacada de una novela, Pedro Antonio Marín, conocido como “Tirofijo”, líder histórico de las FARC, había muerto de un infarto en plena selva. Tras casi seis décadas de guerra, persecuciones y operaciones militares en su contra, el hombre que encabezó la guerrilla más antigua del continente falleció lejos de los focos, acompañado únicamente por su compañera sentimental, Sandra.

La información fue revelada por fuentes de inteligencia, que durante años intentaron dar con su paradero sin éxito. Su muerte, como gran parte de su vida, estuvo rodeada de misterio. No hubo enfrentamiento, ni captura, ni juicio. Solo el silencio de la selva y un reporte oficial que confirmó lo que muchos ya sospechaban: Tirofijo había muerto por causas naturales, tras una vida marcada por la clandestinidad y el conflicto armado.

El fallecimiento de Marín cerró un capítulo clave en la historia del conflicto colombiano. Aunque su partida no significó el fin inmediato de la guerra, sí marcó el inicio de una nueva etapa en la lucha por la paz. Hoy, su figura sigue generando debate entre quienes lo ven como símbolo de resistencia y quienes lo recuerdan por el dolor que dejó a su paso.