Este martes 7 de octubre, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, fue blanco de un ataque mientras se desplazaba en caravana hacia la provincia de Cañar, en el sur del país. En medio de las manifestaciones que ya completan más de dos semanas, un grupo de aproximadamente 500 personas bloqueó el paso del convoy y lanzó piedras, dañando varios vehículos. Según confirmó la ministra Inés Manzano, el carro del mandatario también presentó impactos de bala, aunque Noboa salió ileso y continuó con su agenda en Cuenca.
Las protestas, convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, surgieron tras la eliminación del subsidio al diésel, que elevó su precio de 1,80 a 2,80 dólares por galón. A esto se suman exigencias como la reducción del IVA y el rechazo a la consulta popular del 16 de noviembre.
Desde Cuenca, Noboa condenó el ataque y defendió las decisiones de su gobierno, afirmando que los recursos retirados del subsidio están siendo redirigidos a los sectores más vulnerables. “No vamos a permitir que unos pocos vándalos frenen el desarrollo del país”, expresó ante estudiantes.