En medio de su campaña presidencial, el abogado y precandidato Abelardo de la Espriella ha lanzado una propuesta que ha encendido el debate nacional: implementar un proceso de extinción de dominio exprés que permita, en solo 25 días, recuperar los bienes adquiridos con dinero público por corruptos, testaferros y familiares. “Hasta la silicona de las cirugías que pagaron con plata del Estado tendrán que devolverla”, afirmó en tono provocador, dejando claro que su lucha contra la corrupción será frontal y sin contemplaciones.
La propuesta contempla la creación de un bloque de búsqueda anticorrupción, con facultades especiales para rastrear y embargar propiedades, cuentas, vehículos, empresas y cualquier activo vinculado a delitos contra el erario. De la Espriella ha insistido en que los corruptos no solo deben ir a prisión, sino perder todo lo que hayan acumulado ilegalmente. “La extinción de dominio no puede tardar años mientras los ladrones disfrutan lo robado. Hay que actuar con velocidad y decisión”, señaló en entrevista con medios nacionales.
Esta iniciativa se suma a otras medidas radicales que ha propuesto, como la cadena perpetua para corruptos, la construcción de nuevas cárceles de máxima seguridad y la eliminación de beneficios judiciales para quienes cometan delitos contra el Estado. Según De la Espriella, el país necesita una “mano de hierro” para recuperar la confianza ciudadana y castigar ejemplarmente a quienes han saqueado los recursos públicos.
Aunque la propuesta ha generado controversia, especialmente entre sectores que advierten sobre el riesgo de atropellar garantías procesales, otros la ven como una respuesta urgente ante el desangre institucional. En Colombia, según cifras de la Contraloría General, se pierden más de 20 billones de pesos al año por corrupción. De la Espriella promete que, si llega a la presidencia, esos recursos volverán al pueblo, y los corruptos no tendrán dónde esconderse.