El pasado lunes 6 de octubre, Nicolás Petro, hijo mayor del presidente Gustavo Petro, volvió a estar en el centro del debate público tras admitir que recibió 1.300 millones de pesos durante la campaña presidencial de 2022. En entrevista con la revista Cambio, aseguró que los recursos eran lícitos, estaban reportados en su declaración de renta y fueron usados para adquirir bienes personales, como una vivienda. “Que yo haya cometido errores no significa que haya cometido delitos”, afirmó.
Petro Burgos insistió en que nunca presentó esos recursos como parte del financiamiento de la campaña de su padre y señaló a la Fiscalía por “inflar” las cifras, tomando como referencia bienes que, según él, quedaron en manos de su exesposa, Day Vásquez.
Aunque Nicolás reconoce que hubo fallos en su actuar, insiste en que no hubo delito. Por ahora, las autoridades siguen evaluando el caso, mientras la opinión pública se pregunta si este nuevo capítulo traerá consecuencias legales o quedará como una confesión sin castigo.