Gustavo Petro, ha subido el tono en la relación con Estados Unidos, pidiéndoles sin rodeos que «no se entrometan» en los asuntos internos del país. Este rifirrafe se dio justo después de que un delegado de EE. UU., Mike Waltz, lanzara duras críticas a la gestión de Petro sobre la paz en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York. Para el mandatario, la única cosa en la que el Consejo tiene vela es el proceso de paz con la extinta guerrilla de las FARC, que, según él, se está cumpliendo a cabalidad, pues la política de paz completa de Colombia es un tema totalmente soberano.
La cosa se pone más tensa porque Petro le echó en cara a Washington que, según él, la crítica de EE. UU. sobre el narcotráfico, la trata de personas y hasta el proceso de paz con las FARC, tiene un objetivo oculto; presionar a su Gobierno para que cambie su postura sobre el conflicto en Gaza. El mandatario no se guardó nada y fue directo, asegurando que lo que pasa en Gaza es un «genocidio» y que los responsables deberían ser juzgados al igual que se hizo con los líderes nazis en Núremberg.