La exministra de Salud y precandidata presidencial del Pacto Histórico, Carolina Corcho, encendió las redes y el debate público tras autodefinirse como “una de las solteras más cotizadas” del país durante una entrevista con la periodista Eva Rey. En el programa “Desnúdate con Eva”, Corcho abordó temas personales como su decisión de no tener hijos, su situación sentimental y cómo concilia su vida privada con sus aspiraciones políticas. “Separada, pero siempre hay alguien. Dejémoslo ahí”, dijo con picardía, dejando entrever que su vida amorosa no está del todo vacía.
Más allá del tono íntimo de la entrevista, Corcho aprovechó el espacio para reforzar su imagen como una mujer fuerte, decidida y moderna, que no teme mostrarse vulnerable ante el electorado. Su estrategia parece clara: conectar desde lo emocional, romper con los moldes tradicionales y posicionarse como una figura política cercana, que no oculta sus dilemas personales. Esta narrativa busca atraer a un electorado que valora la autenticidad y la transparencia en tiempos de desconfianza institucional.
Paralelamente, la exministra fue homenajeada en la Asamblea de Antioquia, donde defendió con firmeza las políticas del gobierno de Gustavo Petro, reafirmando su compromiso con el proyecto progresista. Este acto, sumado a su exposición mediática, consolida su presencia en la carrera presidencial y la proyecta como una figura que combina discurso técnico con carisma personal.
Aunque su declaración sobre ser “la soltera más cotizada” ha generado burlas y aplausos por igual, lo cierto es que Carolina Corcho ha logrado lo que muchos precandidatos buscan: estar en boca de todos. Y en política, eso también cuenta.