En algunos rincones de Córdoba todavía se conservan tradiciones que hablan de la unión comunitaria y de cómo los pueblos afrontaban situaciones de emergencia en medio de la ruralidad. Una de esas costumbres era trasladar en hamaca a los enfermos o mujeres embarazadas, iluminando el camino con faroles o antorchas, cuando no había acceso a ambulancias o vías adecuadas.
La imagen que circula en redes sociales muestra a varios hombres cargando a una persona en hamaca durante la noche, acompañados de fuego y un farol. Esta escena, que para muchos puede parecer del pasado, todavía es una realidad en veredas y corregimientos apartados del departamento, donde la falta de transporte y servicios médicos obliga a recurrir a la solidaridad entre vecinos.
Lo que para algunos es una foto, para otros refleja las dificultades que aún enfrentan las comunidades rurales en materia de salud y conectividad. Al mismo tiempo, evidencia el arraigo cultural y la resiliencia de la gente que, pese a las carencias, sigue encontrando maneras de cuidar y apoyar a los suyos.