Venezuela estuvo el pasado fin de semana en ejercicios militares en la isla La Orchila, ubicada al norte del país, como respuesta al despliegue de ocho buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe sur. Según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, las maniobras buscan “elevar el apresto operacional” y se enmarcan en lo que el gobierno de Nicolás Maduro considera un “asedio” y una “amenaza” por parte de Washington.
Las prácticas incluyen la puesta en marcha de drones artillados, equipos de vigilancia aérea y submarina, además de acciones de “guerra electrónica”, de acuerdo con lo anunciado por Padrino López. En las imágenes difundidas por la televisión estatal se observan embarcaciones anfibias, buques de guerra y artillería de fabricación rusa desplegados en la zona, lo que refuerza la narrativa del gobierno venezolano de estar preparado para cualquier escenario.
Los ejercicios cuentan con la participación de 12 buques, 22 aeronaves y 20 embarcaciones menores de la llamada Milicia Naval. La isla La Orchila, situada a unas 97 millas náuticas de La Guaira, es un punto estratégico para Venezuela y se encuentra cerca del área donde, días atrás, militares estadounidenses retuvieron por varias horas a un barco pesquero venezolano.
