Abelardo De La Espriella renunciaría a su candidatura presidencial, si Vicky Dávila comprueba sus oscuros vínculos judiciales en EE.UU. 

La campaña presidencial se calentó este martes tras la polémica suscitada entre los precandidatos Abelardo De La Espriella y Vicky Dávila. La periodista y también candidata lanzó duras acusaciones contra De La Espriella, señalándolo públicamente en su cuenta de X de supuestos vínculos con “bandidos” y cuestionando un acuerdo firmado por él con la justicia estadounidense para evitar procesos judiciales, lo que, según Dávila, pone en duda su ética política. “No se puede cambiar un Gobierno corrupto con otro igual, pero de derecha”, afirmó Dávila en un mensaje que prendió la mecha de la controversia.

En respuesta, De La Espriella desafió a Dávila a demostrar públicamente sus afirmaciones en una visita conjunta al Departamento de Justicia de Estados Unidos, prometiendo que si se comprueba algo en su contra, él se retirará de la candidatura. Además, el jurista enfatizó que no responderá con ataques personales y defendió el respeto hacia las mujeres, subrayando que su verdadera lucha política es contra el presidente Gustavo Petro, a quien calificó como “el enemigo”.

Esta disputa no solo sigue evidenciando la profunda polarización que existe en el espectro político colombiano, sino que también pone en primer plano el debate sobre la ética y la transparencia en la política. Los colombianos observan con atención cómo esta controversia podría influir en la confianza del electorado, justo en un momento clave para definir alianzas y candidaturas de cara a las próximas elecciones.