La tensión política sigue encendida en el Congreso. La representante a la Cámara Lina María Garrido decidió no conciliar con el ministro del Interior, Armando Benedetti, en medio de la denuncia que él interpuso en su contra por injuria y calumnia. El pleito comenzó el pasado 20 de julio, cuando en la réplica de la oposición, la congresista lo señaló públicamente de ser un “agresor de mujeres” y de estar rodeado de cuestionamientos por presunta corrupción.
El encuentro de conciliación se dio esta semana, pero Garrido fue contundente: no piensa retractarse ni llegar a un acuerdo. “Me ratifico en lo dicho, nos vemos en la Corte”, expresó frente a la prensa. Benedetti, por su parte, aseguró que sus derechos están siendo vulnerados, pues insiste en que nunca ha existido un hecho que lo vincule con los señalamientos de violencia de género y que, por eso, decidió llevar el caso ante la justicia.
El proceso judicial entre ambos seguirá en curso tras fracasar la conciliación. Mientras tanto, Garrido insiste en que el presidente Gustavo Petro se equivocó al nombrar a Benedetti en un cargo de alto nivel dentro de su gabinete. El ministro, por su lado, confía en que los estrados judiciales aclaren la situación.