Ayer en Montería, se reportó un inquietante caso de posible intoxicación por escopolamina que alertó a toda la comunidad.
Según el relato de un hombre, una compañera de trabajo encontró un paño puesto en el limpia-brisas trasero de su carro, mientras realizaba diligencias en la intersección de la calle 37 con segunda. Asustada, la mujer decidió llevar el vehículo de inmediato a su residencia.
Al llegar a su edificio, la mujer informó al celador sobre el paño sospechoso. El celador, creyendo que se trataba de una broma, agarró el trapo con la mano. Minutos después, el hombre se desmayó y fue trasladado rápidamente a la clínica, donde, según el relato del hombre, se confirmó que el paño estaba impregnado con escopolamina.
Sin embargo, en respuesta a la información circulante en redes sociales, el coronel Héctor Ruiz Arias, comandante de la Policía Metropolitana de Montería, declaró que hasta el momento las autoridades no han sido notificadas sobre este presunto hecho en la ciudad: “No se ha notificado llamada de emergencia que indique que este caso se haya presentado, se verificó en la zona en donde sucedió el hecho y no se encontró ninguna víctima de este caso”.