El gobierno local de Tokio ha anunciado una iniciativa innovadora para enfrentar la baja natalidad: una semana laboral de cuatro días. Esta medida, que comenzará a aplicarse a partir de abril del próximo año, busca permitir que los ciudadanos pasen más tiempo con sus familias y, de este modo, fomentar un aumento en la tasa de natalidad.
Inicialmente, la medida será implementada para los funcionarios públicos, con el objetivo de equilibrar la vida laboral y familiar sin que las personas tengan que sacrificar su carrera o alejarse de sus seres queridos tras el nacimiento de un bebé.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, explicó que esta medida ha sido diseñada con flexibilidad, permitiendo que los empleados trabajen horarios más ajustados a sus necesidades. Además, aquellos que deseen salir dos horas más temprano cada día podrán hacerlo a cambio de una reducción en su salario.
Esta política, discutida en la Comisión Nacional de Seguridad, busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes de Tokio, promoviendo un entorno más favorable para la familia durante estos tiempos difíciles para la nación.