A pocas horas de la Navidad, un grave episodio de imprudencia vial estuvo a punto de convertirse en tragedia en el túnel de Gualanday. Un conductor circuló en contravía dentro de la estructura, poniendo en riesgo la vida de varios ciudadanos que transitaban por el tramo que conecta el túnel con el puente elevado. La situación generó alarma entre quienes presenciaron el hecho y obligó a la intervención inmediata de las autoridades.
Según el reporte oficial, al ser requerido por la Policía de Tránsito, el conductor se negó a realizarse la prueba de alcoholemia, lo que incrementó las sospechas sobre su estado al momento de manejar. El comportamiento desafiante y la falta de colaboración con los agentes reflejan la irresponsabilidad que, en estas fechas de alta movilidad, puede desencadenar consecuencias fatales.
Este incidente se suma a la serie de accidentes registrados en las últimas semanas en el país, que han dejado víctimas y familias afectadas justo en medio de las celebraciones decembrinas. Las autoridades han reiterado el llamado a la prudencia, recordando que la mezcla de alcohol, exceso de velocidad y desobediencia a las normas de tránsito son factores que multiplican el riesgo en las carreteras.
La imprudencia en el túnel de Gualanday es un recordatorio de que la Navidad debe vivirse con responsabilidad. La vida de quienes circulan por las vías depende de la conciencia de cada conductor, y evitar tragedias es un compromiso colectivo que no puede relajarse ni siquiera en medio de la fiesta.
