En zona rural de Anorí, norte de Antioquia, fueron hallados cuatro cuerpos sin vida. Según el gobernador Andrés Julián Rendón, los primeros indicios apuntan a que se trataba presuntamente de integrantes del frente 36 de las disidencias de las Farc, quienes habrían muerto mientras manipulaban explosivos para instalar un atentado.
La detonación accidental terminó convirtiéndose en una tragedia que refleja la tensión que se vive en esta región marcada por la presencia de grupos armados ilegales. El mandatario departamental explicó que en la zona también delinquen el Clan del Golfo y el ELN, lo que mantiene a las comunidades bajo constante presión. El frente 36, señalado de asesinatos y desplazamientos, estaría bajo las órdenes de alias Calarcá, un jefe guerrillero mencionado en recientes investigaciones judiciales.
Su nombre salió a la luz tras el hallazgo de archivos en computadores y celulares incautados por la Fiscalía, donde aparecían mensajes y supuestos vínculos con figuras de la inteligencia militar y de la política nacional. Estos hallazgos, que incluyen referencias a alias Iván Mordisco y menciones a la campaña presidencial de Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez, siguen bajo investigación de la Fiscalía.
