En Córdoba la democracia no se mide por ideas, propuestas o debates: se cotiza en la bolsa negra del voto, donde cada ciudadano vale menos que una recarga de celular.
El nuevo precio del mercado electoral ya está en boca de todos:
100 mil por el voto, 200 mil la fórmula completa.
Un dos por uno digno de supermercado, si no fuera porque lo que está en venta es el país.
Y ahora súmele el ingrediente final:
hay campañas en Córdoba que están dispuestas a gastarse entre 15 y 30 MIL MILLONES de pesos para llegar al Congreso.
Una cifra tan grotesca que solo se explica si la política dejó de ser un oficio y pasó a ser un cartel con sede en Montería.
Con semejante “inversión”, los próximos cuatro años los congresistas no tendrán que robar…
les tocará ATRACAR, porque ¿qué cree usted que hará un político que gastó más que una multinacional en época de expansión?
¿Salvar al país?
¿Mejorar el departamento?
¡Por favor!
Córdoba se ha convertido en una feria de billetes sudados, donde todo el mundo sabe quién compra, quién vende y quién reparte.
El político que antes se robaba un presupuesto, ahora tendrá que exprimirlo, ordeñarlo y deshuesarlo, porque la “democracia” salió más cara que un estadio nuevo.
Y usted, elector artesanal, todavía cree que eso no le afecta.
Después no pregunten por qué no hay hospitales, por qué las vías son trochas, por qué los jóvenes no tienen oportunidades o por qué reina la impunidad.
La respuesta es simple: usted ya la vendió por 100 mil pesos.
No se sorprenda cuando los congresistas lleguen con hambre, con deudas y con presión de recuperar “la inversión”.
Lo que viene no es corrupción… es atraco a mano armada, con curul incluida.
Es verdad lo que dice el «Tato» a nuestro departamento se le vienen cuatro años difíciles donde a los congresista que logren salir tiene que trabajarle duro al CVY, para poder recuperar la inversión de la credencial y el elector no tiene derecho a más nada porque para eso le compraron el voto.
Dios los cría y el diablo los junta.
