Dennys Chica, el único alcalde elegido por la Colombia Humana en todo el país, parece estar preparando su propio vuelo chárter para aterrizar en las huestes de los amigos del gobernador Erasmo Zuleta. Y cómo no, si en esta política de conveniencias la ideología dura menos que un discurso bien pagado. Al final, plata es plata, y los principios suelen durar lo mismo que el primer maletín.
Su historial tampoco ayuda: años de señalamientos, cuestionamientos por contratos e investigaciones abiertas por presuntos vínculos con narcotráfico, concierto para delinquir y corrupción. Muy a pesar de ese prontuario de expedientes dormidos en la Fiscalía —que duermen “el sueño de los justos”— él sigue despachando sin sonrojarse desde la Alcaldía de San Antero.
Y por si alguien aún dudaba de su “fuerza electoral”, basta recordar su hazaña más reciente: en la consulta del Pacto Histórico, su candidato al Senado, Valentín De la Barrera, apenas alcanzó 900 votos en San Antero. Ni maquinaria, ni discursos, ni promesas, ni presiones… nada funcionó. Un rotundo fracaso.
Ahora, quien llegó al poder jurando lealtad al cambio, a Petro y a la Colombia Humana, ya tendría la alianza firmada con la maquinaria tradicional. Jhony Besaile, el billete del 20, aliados del Gobernador, los esperan con los brazos abiertos. Y él, sin vergüenza y sin coherencia, dejará solo al Pacto Histórico justo cuando atraviesa una de sus mayores crisis internas.
Coherencia: cero.
Ambición: infinita.
El “cambio” que prometió… terminó cambiándolo él. Y por algo mucho más rentable
