A quince años de la trágica muerte de Luis Andrés Colmenares, el caso continúa siendo uno de los más polémicos y mediáticos en la historia judicial de Colombia. La madrugada del 31 de octubre de 2010, el joven estudiante fue hallado sin vida en el caño El Virrey, en el norte de Bogotá, tras asistir a una fiesta de Halloween con sus amigos. Desde entonces, su familia ha librado una incansable batalla por esclarecer lo que realmente ocurrió aquella noche.
Luis Alonso Colmenares, padre de Andrés, reafirmó recientemente que no cesarán en su búsqueda de verdad y justicia. En entrevista, aseguró que el proceso judicial estuvo plagado de vacíos, contradicciones y errores que impidieron llegar a una conclusión definitiva. “Hay pruebas más que suficientes, con solo las interceptaciones”, afirmó, convencido de que su hijo fue víctima de un homicidio y no de un accidente, como se planteó en algunas versiones.
El tribunal que revisó la apelación del caso reconoció que existían elementos que apuntaban a un crimen, pero la deficiente recolección de pruebas y las inconsistencias en los testimonios debilitaron el proceso. Para Colmenares padre, los amigos que acompañaron a Luis esa noche tienen conocimiento de lo sucedido, y algunos incluso habrían participado directamente, mientras otros guardaron silencio ante la Fiscalía.
A pesar del paso del tiempo, el caso sigue generando debate público y cuestionamientos sobre el sistema judicial colombiano. La familia Colmenares mantiene viva la esperanza de que algún día se esclarezca la verdad y se haga justicia por la muerte de su hijo.