Lo que parecía ser un día tranquilo, se convirtió en un total desespero; una avalancha de lodo y rocas desató el caos en la vía que conecta a Pasto con El Encano, transformando el paraíso de la ‘Pequeña Suiza’ en un escenario de tragedia.
Con carreteras sepultadas, dos personas fallecidas y más de 40 personas atrapadas en vehículos, la catástrofe golpeó fuerte a esta región conocida por su laguna y cálidos hervidos.
La fuerza imparable del desastre dejó 65 viviendas dañadas, cultivos destruidos y a decenas de familias sin hogar.
Entre el barro y el esfuerzo humano, las autoridades luchan por reabrir la vía, mientras los ecos de pérdida resuenan en la vida de los afectados.
Esta tierra, que antes inspiraba con su calma, ahora clama por ayuda.