El presidente Gustavo Petro salió al paso de las críticas tras el bombardeo realizado la semana pasada en Guaviare, operación militar que dejó siete menores fallecidos y que tenía como objetivo a las disidencias de alias Mordisco. En medio de la polémica, el mandatario afirmó que no rompió el principio de distinción del Derecho Internacional Humanitario, pues en la zona “no había civiles” y las columnas atacadas estaban armadas y en plena ofensiva.
Petro justificó la decisión asegurando que desconocía la presencia de menores en el campamento y que evitar este tipo de operaciones, según él, solo facilita el reclutamiento de niños por parte de los grupos ilegales. “Soy comandante y sé de la guerra”, escribió en su cuenta de X, insistiendo en que seguirá ordenando bombardeos cuando considere que salvan más vidas de las que se arriesgan. El presidente recordó que en su gobierno ya se han realizado doce ataques de este tipo, siempre con la instrucción de verificar la presencia de menores antes de actuar.
Mientras tanto, la Diócesis y organizaciones sociales han pedido que se prioricen las investigaciones y que se evalúe el impacto de estas operaciones en las comunidades. Petro, por su parte, concluyó que su objetivo es una “Colombia libre para todas y todos”, aunque reconoció que las decisiones de guerra siempre implican riesgos y cuestionamientos.
