En medio de una agenda regional en Cali, el pasado viernes 21 de noviembre, el presidente Gustavo Petro habló por primera vez de lo que significa para él estar incluido en la Lista Clinton, sanción impuesta por el Gobierno de Estados Unidos. Con tono preocupado, el mandatario confesó: “No sé cómo voy a vivir después de que salga del Gobierno, pero Dios proveerá, dice la Biblia”, dejando ver la incertidumbre que atraviesa tras el castigo internacional.
Durante su discurso, Petro recordó el episodio ocurrido en septiembre en Nueva York, cuando en plena Asamblea General de la ONU se unió a una manifestación pro-Palestina y, con megáfono en mano, pidió al Ejército estadounidense desobedecer las órdenes de Donald Trump. Según explicó ahora, esa intervención fue interpretada por el Departamento del Tesoro como un llamado a la policía de Nueva York para desconocer al presidente, lo que habría motivado su inclusión en la lista que suele señalar a narcotraficantes y actores de alto riesgo.
El jefe de Estado aseguró que trabaja con un grupo de abogados para salir de esa sanción y recalcó que, pese a las dificultades, confía en el respaldo del pueblo y en la fe como soporte. “Siempre alguien dará la mano en cualquier lugar del mundo”, expresó, buscando transmitir que, más allá de la presión internacional, su fortaleza está en la gente y en la esperanza de superar este momento crítico.
