Las tres altas cortes de Colombia han decidido no aceptar la invitación del presidente Gustavo Petro para una reunión en la Casa de Nariño este viernes. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Tejeiro, fue el último en declinar la reunión, siguiendo la misma decisión tomada por las otras cortes.
Esta negativa ha causado un fuerte impacto en el ámbito político y judicial del país. Muchos observadores consideran que esta situación refleja un creciente distanciamiento entre el presidente Petro y las instituciones judiciales.
Algunos incluso señalan que nadie quiere acercarse a Petro debido a los escándalos y controversias que han caracterizado su administración.
El presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez Najar, también rechazó la invitación, argumentando que la Corte está debatiendo varias ponencias relacionadas con demandas de inconstitucionalidad sobre normas impulsadas por el actual gobierno. La Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado tomaron decisiones similares, citando razones parecidas y la necesidad de mantener la independencia institucional.
Este rechazo colectivo resalta las tensiones entre el Ejecutivo y el Poder Judicial y plantea interrogantes sobre la relación futura entre estos dos pilares del Estado colombiano.