Mujer embarazada se desmayó tras esperar más de cuatro horas por la entrega de medicamentos. ¿Dónde está la plata de la salud?

Una mujer en estado avanzado de embarazo se desmayó, tras esperar más de cuatro horas para recibir un medicamento formulado en una sede de dispensación ubicada en la carrera 43 con calle 70, norte de Barranquilla. El incidente fue presenciado por decenas de personas que también hacían fila para reclamar sus fórmulas médicas.

Según testigos, la mujer llegó acompañada de su madre y permaneció sentada durante horas sin recibir ningún tipo de prioridad ni atención especial. Cuando finalmente fue llamada, no alcanzó a llegar al mostrador: se desplomó frente a todos los presentes.

Lo más grave, según los relatos, fue la indiferencia del personal de la entidad. “Nadie la asistió. Nadie se movió. Tuvieron que intervenir los policías que estaban cerca para pedir ayuda médica”, relató una usuaria que presenció el hecho. La atención médica llegó cerca de 20 minutos después, cuando la mujer ya había sido auxiliada por ciudadanos que improvisaron una camilla con sillas plásticas. La EPS no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso.

Este caso no es aislado. En ciudades como Medellín, Cali, Bogotá y Montería, usuarios reportan esperas de más de tres horas para recibir un solo medicamento. Las filas, la falta de personal, el desabastecimiento y la deshumanización del servicio se han vuelto parte del paisaje cotidiano.

Organizaciones defensoras de derechos en salud advierten que el sistema está en crisis y que los protocolos de atención prioritaria, especialmente para embarazadas, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas no se están cumpliendo.