Salvatore Mancuso volvió a pisar la Casa de Nariño, pero esta vez no como jefe paramilitar, sino como gestor de paz. En una fotografía que compartió en sus redes sociales, se le ve junto a Angie Rodríguez, directora del Dapre, oficializando su aceptación al rol que le fue restituido por el Gobierno tras varios meses de tensiones. “Estamos listos para la recta final de la paz total”, escribió Mancuso, dejando claro que su compromiso con el proceso sigue vigente, pese a los altibajos que ha tenido con la Alta Consejería para la Paz.
La visita ocurre luego de que él y otros 15 exjefes de las AUC suspendieran sus funciones como gestores en junio, alegando falta de voluntad política por parte de la Oficina del Alto Comisionado. Tras ese impase, el Gobierno emitió un nuevo decreto en septiembre que les devolvió la investidura, esta vez con el respaldo del Dapre y el Ministerio del Interior. Mancuso, quien cumplió condena por narcotráfico en Estados Unidos, busca cerrar el ciclo iniciado en la Mesa de Ralito y avanzar hacia su reincorporación definitiva bajo la jurisdicción de Justicia y Paz.
El regreso de Mancuso a la sede presidencial tiene un peso simbólico fuerte, hace dos décadas, su presencia en el Congreso causó controversia nacional. Hoy, su papel como gestor de paz abre un nuevo capítulo en la búsqueda de reconciliación, en medio de una política que el presidente Petro ha llamado “paz total”.