La muerte de la jueza Vivian Polanía, confirmada el pasado 17 de diciembre en Cúcuta, generó conmoción en todo el país. En medio de la incertidumbre por las causas de su fallecimiento, el presidente Gustavo Petro se pronunció en su cuenta de X y la calificó como “una heroína de la justicia”. Su mensaje resaltó la libertad de las mujeres para vestirse como quieran, afirmando que en Colombia hombres y mujeres deben ser libres de decidir sobre su forma de ser y expresarse.
El mandatario recordó las denuncias que Polanía había hecho en vida sobre sentirse acosada y juzgada por su estilo personal. La jueza había narrado públicamente que, tras polémicas, vivió bajo presión constante, pese a no tener señalamientos de corrupción. Petro, con su declaración, puso sobre la mesa el debate sobre el respeto a la autonomía y la dignidad de las mujeres en escenarios donde la vida privada suele ser cuestionada.
Mientras la Fiscalía y la Policía Metropolitana de Cúcuta adelantan las investigaciones, Medicina Legal aún no entrega un dictamen definitivo sobre las causas de la muerte. Lo que sí queda claro es que el mensaje de Petro reavivó la discusión sobre la presión social y mediática que enfrentan los funcionarios judiciales, y sobre la necesidad de garantizar que la libertad individual no sea motivo de persecución ni de estigmatización en Colombia.
