La Superintendencia de Industria y Comercio le impuso una sanción de $670 millones a Movistar tras comprobar que la empresa estuvo enviando mensajes, haciendo llamadas y contactando por WhatsApp a usuarios sin haber recibido su autorización previa. El hecho se conoció esta semana y ha generado conversación entre quienes se han sentido acosados por comunicaciones comerciales que no pidieron.
Según la SIC, estas prácticas vulneran el derecho a la intimidad y a la tranquilidad de los ciudadanos, especialmente cuando los mensajes llegan en horarios incómodos o de forma insistente. La entidad dejó claro que este tipo de acciones no son de “baja gravedad” y que las empresas deben pedir permiso de forma clara, expresa e informada antes de usar los datos personales de los usuarios para fines publicitarios.
Aunque Movistar no se ha pronunciado oficialmente sobre la sanción, la decisión marca un precedente para otras compañías que insisten en contactar sin consentimiento. La SIC reiteró que seguirá vigilando este tipo de conductas para proteger a los consumidores.