Walter Mendoza, comandante de la Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano, que agrupa a cinco bloques de las disidencias de las FARC, le puso freno a las expectativas del Gobierno Petro sobre la paz total. En entrevista exclusiva con SEMANA, el líder guerrillero aseguró que no entregará las armas ni firmará el fin del conflicto antes de que termine el mandato presidencial. “El jefe negociador lo sabe”, dijo tajante, refiriéndose a Armando Novoa, quien encabeza la mesa de diálogo con el Ejecutivo.
La conversación, que se dio en territorio colombiano, dejó ver el desencanto de Mendoza con los procesos anteriores, especialmente el de La Habana. Señaló que, tras la firma con el gobierno de Santos, lo que vino fue “desmovilizar, desarmar y destruir a las FARC”, y que la captura de Jesús Santrich fue el punto de quiebre. También denunció que la detención de “Araña”, uno de sus hombres, paralizó las negociaciones por más de tres meses y que la presencia de la DEA en territorio nacional sin garantías internacionales fue una “jugada sucia” contra el proceso.
Aunque Mendoza reconoce que el Gobierno Petro abrió espacios que antes eran impensables, insiste en que no hay condiciones reales para avanzar hacia una desmovilización. “No se pueden entregar las armas si no empiezan a cumplir”, afirmó, y propuso acuerdos mínimos como la sustitución de cultivos en zonas como Chimbusa. Con más de 3.000 hombres bajo su mando, el líder guerrillero dejó claro que no habrá firma de paz ni entrega de explosivos sin garantías. “La guerra se acaba cuando se acaban las causas que la originaron”, sentenció.