Jessica Meza, joven estudiante de odontología de 26 años, falleció el pasado jueves en Sotará, zona rural del departamento del Cauca, mientras practicaba una de sus grandes pasiones: el stunt. La joven intentaba realizar una maniobra con su cuatrimoto que consistía en levantar las llantas delanteras del vehículo, pero perdió el control y terminó siendo aplastada por la máquina. El accidente ocurrió en una zona de difícil acceso, lo que retrasó la llegada de los equipos de socorro.
La práctica del stunt, disciplina que combina acrobacias de alto riesgo sobre vehículos como motocicletas, bicicletas o cuatrimotos, exige gran destreza técnica, concentración y control absoluto del vehículo. Sin embargo, también implica peligros extremos, como fracturas, lesiones graves e incluso la muerte, especialmente cuando se realiza sin las condiciones adecuadas de seguridad o en terrenos no aptos para este tipo de maniobras.
Las autoridades locales realizaron la inspección del lugar y adelantan investigaciones para esclarecer los hechos y descartar la participación de terceros en el accidente. Mientras tanto, la comunidad de Sotará permanece consternada por la pérdida de una joven que era reconocida por su alegría, carisma y cercanía con los habitantes del sector.
Jessica Meza no solo era una apasionada del stunt, sino también una estudiante comprometida con su carrera y con sueños que quedaron truncados. Su fallecimiento deja una profunda reflexión sobre los riesgos de esta disciplina y la necesidad de practicarla en entornos seguros, con equipos adecuados y bajo supervisión profesional.