En medio de la Plaza de Bolívar repleta y con un tono encendido, el presidente Gustavo Petro soltó una de sus propuestas más polémicas: convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Lo hizo anunciando que el proyecto será presentado al nuevo Congreso el 20 de julio de 2026. Para eso, ya arrancó la recolección de firmas con comités ciudadanos que buscarán sumar más de dos millones de apoyos. Según él, esta es la vía para que “el pueblo recupere su poder” y se abran caminos que, según su discurso, la oligarquía cerró.
Durante su intervención, Petro dejó claro que no confía en el Congreso actual y que la iniciativa será entregada a los legisladores que resulten elegidos en las próximas elecciones. “No será obra de ministros ni del presidente, será del pueblo”, dijo desde la tarima, mientras hablaba de soberanía popular, reformas bloqueadas y la necesidad de devolverle a la Constitución del 91 lo que, según él, le han quitado. También mencionó que votará en la consulta del Pacto Histórico, aunque sin revelar por quién.
Petro insiste en que no busca cambiar toda la Carta Magna, sino ajustar lo que considera injusto. “Las reformas están, podemos seguirlas discutiendo y perfeccionando”, concluyó.