Antioquia está en máxima alerta luego de que las autoridades frustraran un atentado con explosivos en el municipio de Amalfi, donde dos individuos fueron detenidos cuando intentaban detonar un artefacto cerca de la estación de Policía.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, condenó los hechos y anunció una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que permita la captura de miembros de las disidencias de las Farc, en especial de los cabecillas del Frente 36, identificados como alias Manuel Guaricho y alias Barbas, cuyos rostros fueron divulgados en un cartel oficial.
“Estos criminales buscan sembrar miedo, pero no lo vamos a permitir. Antioquia es territorio de gente trabajadora que quiere vivir en paz”, afirmó el mandatario, quien llamó a la comunidad a colaborar con las autoridades.
La preocupación se extiende más allá de Amalfi. En el vecino municipio de Anorí, una caneca con supuestos explosivos fue dejada a tan solo 20 metros de un centro de desarrollo infantil del ICBF, junto a una bandera de Colombia. Este hecho obligó a evacuar el área y a suspender temporalmente la atención de cerca de 200 niños.
El ICBF rechazó de manera categórica el uso de entornos infantiles como escenario de intimidación y exigió garantías para proteger la vida de los menores. La directora, Astrid Cáceres, pidió a los grupos armados respetar el Derecho Internacional Humanitario.