En medio del huracán político que rodea al presidente Gustavo Petro, su hijo, Nicolás Petro, también está en el ojo del huracán. La Fiscalía colombiana tenía programada para el 1 de octubre una audiencia para imputarle nuevos cargos por hechos de corrupción, como interés indebido en contratos y tráfico de influencias. Sin embargo, Nicolás Petro acaba de pedir un aplazamiento, generando aún más revuelo.
La solicitud de aplazamiento se basa en que su abogado, Pedro Alejandro Carranza, no puede asistir hasta después del 8 de noviembre. En un documento, Nicolás Petro le dice a la Fiscalía y a los jueces que no hay riesgo de que se fugue, y que lo único que busca es tener tiempo para preparar su defensa.
Mientras tanto, en la Fiscalía las cosas tampoco están tranquilas. La fiscal del caso, María Fernanda Laborde, ha denunciado presiones y ha dicho que no necesita ayuda en el proceso, rechazando a una fiscal de apoyo que le fue asignada. Para ella, el caso tiene pruebas sólidas y no necesita que nadie interfiera.