En la madrugada de este martes, un ciudadano que llevaba esperando desde las 4:00 a. m. en las instalaciones de Audifarma denunció que, tras exigir la entrega de sus medicamentos, no solo se le negó el acceso a los mismos, sino que además fue requerido por la Policía. El hecho generó indignación entre los presentes, quienes señalaron que reclamar un derecho básico como la salud no debería convertirse en motivo de confrontación con las autoridades.
Este tipo de episodios se ha vuelto recurrente en distintas ciudades del país, donde pacientes deben soportar largas filas y horas de espera para acceder a tratamientos esenciales. Ante la falta de disponibilidad, muchos optan por comprar los medicamentos de su propio bolsillo en farmacias privadas, lo que representa un gasto adicional y un golpe al bolsillo de las familias más vulnerables.
La situación pone en evidencia las dificultades del sistema de salud y alimenta el debate sobre las promesas de cambio hechas por el actual gobierno. Mientras se insiste en la necesidad de una reforma estructural, los usuarios siguen enfrentando la realidad de la escasez, la burocracia y la falta de respuesta oportuna. El caso de Audifarma refleja cómo la indignación ciudadana se mezcla con la frustración de quienes ven vulnerado su derecho a la salud en plena época de Navidad.
