En varios restaurantes de Cartagena han prohibido hablar de política para evitar peleas entre petristas y uribistas

En varios restaurantes de Cartagena, han decidido restringir las discusiones políticas dentro de sus locales, luego de que la polarización electoral derivara el enfrentamiento entre clientes. Carteles con mensajes como “No se aceptan discusiones políticas ni de petristas ni de uribistas” advierten que el debate partidista queda fuera del menú.

La medida responde a episodios reiterados de gritos, insultos y tensiones que han alterado la tranquilidad de estos espacios. “Ya no se argumenta, se agrede. La gente se olvida que está en un sitio público”, afirma uno de los propietarios.

Aunque la decisión ha generado opiniones divididas, algunos empresarios de otras ciudades del país han comenzado a considerar restricciones similares. En Medellín, Bucaramanga y Barranquilla, se reportan casos aislados de locales que han pedido a sus clientes evitar temas políticos para preservar la convivencia. En plena temporada electoral, la confrontación ideológica ha salido de los medios y redes sociales para instalarse en espacios cotidianos. Para muchos dueños de restaurantes, el silencio político se ha convertido en una estrategia para proteger su negocio y mantener la calma.