El sacerdote colombiano Jesús Hernán Orjuela, conocido como ‘Padre Chucho’, sobrevivió a un violento ataque armado en las carreteras de la costa ecuatoriana el pasado martes, mientras se dirigía a predicar en la Diócesis de Quevedo, provincia de Los Ríos. El religioso, ampliamente reconocido por su labor espiritual y social, calificó el hecho como un milagro, tras haber sido blanco de múltiples disparos por parte de delincuentes encapuchados.
El ataque ocurrió luego de dos horas y media de viaje desde Guayaquil, cuando una camioneta con seis personas cubiertas con cobijas bloqueó el paso del vehículo en el que viajaba el sacerdote. Sin mediar palabra, los agresores abrieron fuego contra los ocupantes. La rápida aparición de una tractomula en la vía permitió que el conductor del vehículo religioso maniobrara y escapara del lugar, evitando una tragedia mayor.
El Padre Chucho, quien había sido invitado a Ecuador para compartir su mensaje de fe, fue escoltado por la policía hasta Guayaquil y posteriormente regresó a Colombia, lamentando no haber podido cumplir con su misión pastoral. “Pensé en mi mamá, en mi familia. La Virgen me dio otra oportunidad para vivir”, expresó conmovido.
Este incidente ocurre en medio de una creciente preocupación por la seguridad en las rutas ecuatorianas. Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el ataque, ni se conoce el estado del conductor de la tractomula que quedó expuesto ante los delincuentes. El Padre Chucho continúa su labor espiritual desde Estados Unidos, donde reside tras haber recibido amenazas en Colombia.