El abogado Abelardo de la Espriella sigue encendiendo el panorama político con su reciente correría por el centro del país, donde se presentó como “el tigre que ruge y muerde” y prometió defender la patria, la familia y la propiedad privada, al tiempo que aseguró que su misión es “derrotar al petrismo”. Sus apariciones, cargadas de simbología militar y despliegue mediático ncluyendo videos en helicóptero y consignas como “Firmes por la patria”, han generado gran eco en redes sociales, especialmente en X, donde concentra su estrategia digital.
De la Espriella, quien lanzó su candidatura por firmas bajo el movimiento “Defensores de la Patria”, ha optado por un discurso de mano dura y un estilo directo que lo posiciona como una figura disruptiva en la derecha. Su narrativa, reforzada por el uso de inteligencia artificial y el respaldo de perfiles influyentes en redes, ha logrado desplazar la atención hacia su campaña y poner presión sobre otros precandidatos como Vicky Dávila, quien en los últimos meses ha visto caer su impulso inicial.
Pese a su creciente visibilidad, su viabilidad política está lejos de definirse. Sus detractores, incluyendo a Dávila, cuestionan su pasado como abogado de clientes polémicos como Álex Saab, lo que podría convertirse en un lastre en una eventual consulta de la derecha.
El camino de De la Espriella dependerá en buena parte de las alianzas que logre consolidar y del respaldo que pueda recibir de figuras clave como el expresidente Álvaro Uribe. Por ahora, el “tigre” ha logrado sacudir una precampaña que estaba adormecida, pero la verdadera prueba llegará cuando caiga la veda de encuestas y se mida en números reales el alcance de su rugido.