El departamento del Chocó vive una verdadera pesadilla. Las lluvias no paran y los ríos, como el imponente Atrato, se salieron de control, dejando bajo el agua a barrios enteros y más de 25.000 familias sin hogar. En 18 municipios, las calles se convirtieron en ríos y los hogares en ruinas empapadas por una creciente que parece no tener fin.
La gobernadora confirmó que la emergencia ya es masiva y que los municipios de Lloró y Bagadó fueron los primeros en colapsar. En redes sociales, las imágenes del desastre muestran familias atrapadas, animales arrastrados por la corriente y comunidades enteras rogando por ayuda ante un panorama cada vez más desesperante.
El Comité Departamental de Gestión del Riesgo trabaja a contrarreloj junto con la Unidad Nacional, que envió kits de comida, frazadas y equipos para rescate. Sin embargo, los damnificados denuncian que las ayudas no llegan con la rapidez que exige la magnitud del desastre.
El IDEAM advirtió que lo peor podría estar por venir, con nuevas tormentas y lluvias intensas previstas para los próximos días.