Mientras el gobierno colombiano negociaba la paz con el Clan del Golfo, esta organización secuestró y entrenó a dos adolescentes. Los jóvenes fueron víctimas de secuestro durante 16 días en un campamento ilegal en Remedios, Antioquia, en contra de su voluntad.
El secuestro de los jóvenes ocurrió entre el 27 de agosto y el 12 de septiembre, justo antes de la primera ronda de diálogos en Catar. Durante el cautiverio, la Fiscalía informó que los adolescentes fueron sometidos a un entrenamiento militar en el que les enseñaron a usar armas, explosivos y tácticas de combate, todo con el fin de vincularlos a la subestructura ‘Jorge Iván Arboleda Garcés’. Con la ayuda de un dron, la Fiscalía logró identificar y capturar a tres de los presuntos responsables, quienes fueron identificados como Harold Alberto Marín Ríos, alias ‘el Mocho’; Jonis David Garzón Gallego, alias ‘el Negro’; y Eder Giovanni Sánchez Rodríguez, alias ‘Lucas’.
A pesar de que los capturados no aceptaron los cargos, un juez ordenó que fueran enviados a prisión mientras avanza la investigación. El papel de los implicados era custodiar, entrenar y amenazar de muerte a los menores para que se unieran a la organización criminal. Lo que ha generado más indignación es que, en medio de los diálogos de paz, el Clan del Golfo se comprometió a respetar los derechos de los niños y adolescentes, lo que contrasta con este terrible suceso.