El Gobierno Nacional reveló un plan para asesinar al contralor general Carlos Hernán Rodríguez y a las congresistas Catherine Juvinao y Paloma Valencia. La advertencia llegó directamente desde Presidencia, tras recibir información de inteligencia que apunta a amenazas concretas provenientes de México y Estados Unidos. El dato encendió las alarmas y obligó a reforzar de inmediato la seguridad de los tres funcionarios.
La advertencia fue emitida por el Ministerio del Interior y la Dirección Nacional de la Policía, quienes señalaron que detrás del plan podrían estar involucrados agentes estatales con intenciones de generar caos político. Incluso se maneja la hipótesis de que miembros de la fuerza pública estarían detrás del complot, buscando desestabilizar al Ejecutivo y culparlo de cualquier ataque.
Las amenazas contra figuras visibles del control y la oposición no solo ponen en riesgo vidas, sino que también sacan a flote las fracturas internas del Estado. Por ahora, lo que queda claro es que la seguridad de los líderes políticos está en juego, y que el país necesita respuestas claras y acciones firmes para evitar que el miedo se convierta en protagonista.