Consumo de gasolina en Colombia va en picada; el aumento desproporcionado es el único culpable
En 2024, el consumo de combustibles líquidos en Colombia aumentó un 0,6%, alcanzando los 347.000 barriles diarios, según la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP).
La demanda de diésel creció un 5,2%, mientras que el combustible de aviación (jet A1) experimentó un incremento del 9,5%, destacándose como el de mayor potencial de crecimiento en los próximos años. Debido a limitaciones en la capacidad de refinación, el país importó el 8% del diésel y el 2,4% del jet A1.
Por otro lado, el consumo de gasolinas disminuyó un 5,9%, principalmente por el aumento en los precios. A pesar de esta caída, se importó el 39% de la gasolina corriente. Se espera que la demanda de combustibles continúe en aumento, con un crecimiento del 1,2% en 2025 y del 1,8% entre 2026 y 2030. Para cubrir esta demanda, serán necesarias importaciones estructurales, que podrían llegar al 35% de la gasolina, 10% del diésel y 16% del jet A1 entre 2025 y 2030.
La ACP destacó la importancia de un suministro continuo y eficiente de combustibles líquidos para la seguridad energética y estabilidad económica del país.
Además, mencionó que los conflictos sociales y de orden público, así como otros factores, representan riesgos para el abastecimiento, por lo que se requieren medidas coordinadas y estructurales para garantizar la disponibilidad. En 2024, se registraron múltiples bloqueos y atentados a infraestructuras petroleras.
Ante esta situación, la ACP propuso la creación de un Consejo Nacional de Operación (CNO) para mejorar la planificación y coordinación del abastecimiento de combustibles líquidos, especialmente en situaciones de alta demanda o posibles contingencias.
También destacó la necesidad de avanzar en proyectos de infraestructura, fomentar la competencia y aumentar el uso de biocombustibles y combustibles sostenibles para la aviación.
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En 2024, el consumo de combustibles líquidos en Colombia aumentó un 0,6%, alcanzando los 347.000 barriles diarios, según la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP). La demanda de diésel creció un 5,2%, mientras que el combustible de aviación (jet A1) experimentó un incremento del 9,5%, destacándose como el de mayor potencial de crecimiento en los próximos años. Debido a limitaciones en la capacidad de refinación, el país importó el 8% del diésel y el 2,4% del jet A1.
Por otro lado, el consumo de gasolinas disminuyó un 5,9%, principalmente por el aumento en los precios. A pesar de esta caída, se importó el 39% de la gasolina corriente. Se espera que la demanda de combustibles continúe en aumento, con un crecimiento del 1,2% en 2025 y del 1,8% entre 2026 y 2030. Para cubrir esta demanda, serán necesarias importaciones estructurales, que podrían llegar al 35% de la gasolina, 10% del diésel y 16% del jet A1 entre 2025 y 2030.
La ACP destacó la importancia de un suministro continuo y eficiente de combustibles líquidos para la seguridad energética y estabilidad económica del país. Además, mencionó que los conflictos sociales y de orden público, así como otros factores, representan riesgos para el abastecimiento, por lo que se requieren medidas coordinadas y estructurales para garantizar la disponibilidad. En 2024, se registraron múltiples bloqueos y atentados a infraestructuras petroleras.
Ante esta situación, la ACP propuso la creación de un Consejo Nacional de Operación (CNO) para mejorar la planificación y coordinación del abastecimiento de combustibles líquidos, especialmente en situaciones de alta demanda o posibles contingencias. También destacó la necesidad de avanzar en proyectos de infraestructura, fomentar la competencia y aumentar el uso de biocombustibles y combustibles sostenibles para la aviación.