La descertificación de Estados Unidos a Colombia en la lucha contra las drogas ya dejó su primera consecuencia: el presidente Gustavo Petro ordenó suspender la compra de armamento al país norteamericano. La decisión se conoció la noche del lunes, 15 de septiembre, durante un consejo de ministros, y fue confirmada este martes por el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien aseguró que “se acata la orden del presidente”.
El anuncio marca un giro en la relación militar con Washington, pues Colombia históricamente ha dependido de su arsenal y tecnología. Petro fue contundente: “No más limosnas ni regalos. Al Ejército le va mejor si compra sus armas o si las produce con sus propios recursos”. Aunque el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, aún no se pronuncia, la medida impacta directamente en la operación y mantenimiento de equipos clave como los helicópteros Black Hawk.
Esta no es la primera vez que el Gobierno toma distancia de un aliado en materia de defensa. En 2024, tras la guerra entre Israel y Palestina, Colombia suspendió la compra de fusiles, misiles y aviones a ese país.