El presidente Gustavo Petro desató controversia tras anunciar que su Gobierno dejará de aplicar la erradicación forzosa de cultivos ilícitos en Colombia. La decisión, confirmada por el ministro del Interior Armando Benedetti, generó reacciones encontradas en la opinión pública y en sectores políticos. Según Benedetti, esta medida busca evitar que más miembros de la Fuerza Pública pierdan la vida en medio de operativos, mientras que Estados Unidos no asume esos costos en la lucha contra el narcotráfico.
Sin embargo, voces de la oposición como Germán Vargas Lleras y Enrique Peñalosa criticaron duramente la postura del mandatario. Vargas Lleras señaló que el país queda en manos de las estructuras criminales, mientras que Peñalosa advirtió que la decisión podría dejar como legado un “narcopaís” con criminalidad desbordada. Ambos coincidieron en que la cancelación de la erradicación fortalece a los grupos armados ilegales que se financian del negocio de la coca.
Mientras tanto, Petro defiende su decisión alegando que la erradicación forzada no ha dado resultados y que ha costado la vida de cientos de policías y militares. La discusión sigue abierta y marca un nuevo capítulo en la política antidrogas del país.