El ministro del Interior, Armando Benedetti, se pronunció frente a la reciente escalada de violencia atribuida al ELN durante el paro armado que afectó a varias regiones del país. Según el funcionario, los ataques registrados corresponden a “escaramuzas” orientadas a generar miedo en la población civil, más que a una ofensiva de gran alcance. Benedetti afirmó que la Fuerza Pública logró contener la situación y evitar que los hechos derivaran en un escenario de mayor gravedad, destacando el despliegue de policías y militares en los territorios afectados.
El paro armado, que se extendió durante 72 horas, dejó un balance preliminar de al menos cinco personas fallecidas y más de 50 ataques en departamentos como Norte de Santander, Cauca, Antioquia, Santander y La Guajira, según reportes oficiales y de prensa nacional. Entre los hechos más graves se encuentran atentados con explosivos, bloqueos de vías, hostigamientos y amenazas que paralizaron la movilidad y generaron temor entre comunidades urbanas y rurales.
Benedetti reconoció la gravedad de los ataques, especialmente aquellos que cobraron la vida de integrantes de la Fuerza Pública, pero insistió en que la respuesta institucional permitió mantener el control territorial.
El ministro señaló que, pese al impacto mediático y social de los atentados, las cifras de homicidios en Colombia se mantienen dentro de los promedios históricos, recordando que el país registra cerca de 27 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra que según él debe analizarse en perspectiva para evitar interpretaciones alarmistas.
