En los últimos días, las redes sociales y conversaciones cotidianas se han llenado de comentarios críticos hacia el presidente Gustavo Petro. Muchos ciudadanos lo señalan de haber dejado al país con dificultades en el acceso a medicamentos y de haber afectado a estudiantes que dependen del Icetex para continuar sus estudios. Estas opiniones, expresadas en tono de inconformidad, reflejan el malestar de una parte de la población que cuestiona las decisiones del actual Gobierno.
El debate se ha intensificado en medio de la coyuntura nacional, donde la salud y la educación son temas sensibles y prioritarios. La presunción de que la falta de medicamentos y los problemas con el Icetex responden a la gestión presidencial ha generado un ambiente de inconformidad que se replica tanto en medios digitales como en conversaciones de calle. Aunque no se trata de hechos confirmados oficialmente, sí son percepciones que han calado en la opinión pública y que ponen en evidencia la distancia entre las expectativas de la ciudadanía y las respuestas del Gobierno.
La polémica deja ver cómo, más allá de las cifras y los discursos, lo que pesa es la experiencia diaria de los colombianos. Para muchos, la sensación de desamparo en temas tan básicos como la salud y la educación se traduce en críticas directas al presidente. Otros, en contraste, defienden su gestión y aseguran que los cambios requieren tiempo. Lo cierto es que el país sigue dividido entre quienes creen que Petro debe continuar al mando y quienes piensan que su gobierno no ha cumplido con las necesidades más urgentes de la gente.
