En medio de la ola de renuncias a la visa estadounidense por parte de algunos políticos que respaldan al presidente Gustavo Petro, el exdirector del DPS, Gustavo Bolívar, dejó claro que él no se suma a esa movida. En declaraciones recientes, aseguró que su vínculo familiar pesa más que cualquier gesto político. “Yo por Petro he renunciado a mil cosas, pero a un hijo tampoco, hasta allá no me llega el fanatismo”, soltó sin rodeos.
Bolívar explicó que su hijo vive en Estados Unidos y que necesita viajar con frecuencia para compartir tiempo con él. “Cada mes, o cada 15 días, paso temporadas allá porque yo no puedo abandonar a mi hijo”, dijo. Aunque reafirmó su apoyo al mandatario colombiano, dejó claro que hay límites personales que no está dispuesto a cruzar, y que su visa es clave para mantener ese lazo afectivo.
El debate se encendió esta semana, cuando varios dirigentes decidieron renunciar a sus visas como muestra de respaldo a Petro frente a tensiones diplomáticas. Bolívar, sin embargo, marcó distancia y puso sobre la mesa un tema que muchos evitan: el equilibrio entre convicciones políticas y responsabilidades familiares.