El Gobierno Nacional dio un giro en el debate sobre el Presupuesto General de la Nación para 2026. Durante la sesión de las comisiones económicas conjuntas de este jueves 11 de septiembre, el ministro de Hacienda, Germán Plazas, confirmó que el Ejecutivo decidió recortar $10 billones a la propuesta inicial, lo que reduce la ley de financiamiento a $16,3 billones. La decisión busca calmar las tensiones en el Congreso, donde la primera cifra presentada de $26,3 billones generaron una fuerte resistencia.
El jefe de la cartera económica explicó que el presupuesto tiene poco margen de maniobra, pues más del 90 % de los recursos ya están comprometidos en gastos obligatorios. Aun así, planteó cambios en algunos puntos polémicos de la reforma tributaria, como el posible IVA a la gasolina, que podría poner en riesgo el control de la inflación. También habló de revisar los tributos a juegos de azar y licores, pero dejó en claro que se mantienen los impuestos sobre renta y patrimonio para reforzar la progresividad y la lucha contra la desigualdad.
Mientras algunos congresistas insisten en un ajuste mayor, incluso cercano a los $45 billones como lo sugirió el CARF, otros creen que el recorte debería equipararse con lo que el Estado busca recaudar en la reforma, es decir, unos $26 billones. Por ahora, el pulso político sigue abierto, y el plazo para definir el presupuesto vence el próximo 15 de septiembre.