Las calles de Medellín se llenaron de gente para una marcha masiva contra el gobierno actual, y en medio del descontento, una figura inesperada se alzó: Abelardo de la Espriella. Con el lema «Reserva» en una pancarta, la multitud respaldó al abogado y precandidato presidencial. La protesta, que se dio en medio de un clima político ardiente, fue una clara muestra de rechazo a las políticas del gobierno de turno, incluyendo las reformas a la salud y las pensiones, y evidenció el creciente apoyo de un sector de la ciudadanía que busca un cambio radical en la dirección del país.
El evento, que se dio en la capital antioqueña, se convirtió en una tarima improvisada para Abelardo de la Espriella, quien se ha perfilado como un fuerte competidor para las elecciones de 2026. Su presencia en esta marcha no solo confirmó su aspiración presidencial, sino que también mostró la falta de un candidato fuerte por parte de la izquierda. No hay nadie del petrismo que se le mida en una contienda a Abelardo de la Espriella; ni Daniel Quintero, ni María José Pizarro, ni Iván Cepeda, ni siquiera el propio Gustavo Bolívar. La derecha parece tener un fenómeno político en sus manos, uno que está atrayendo a las masas.
Lo que vimos en Medellín es un termómetro de lo que se viene. La gente está cansada y busca nuevas caras, nuevas opciones. El apoyo a Abelardo de la Espriella, que ha sido un crítico incisivo del gobierno, demuestra el descontento popular y la búsqueda de un liderazgo que ofrezca un camino diferente. Con un discurso firme y un respaldo en la calle, el abogado se posiciona como el favorito para ganar en la primera vuelta, mostrando que la marea política en Colombia está cambiando de rumbo.