En la madrugada del pasado lunes, las Fuerzas Militares ejecutaron una operación aérea contra un campamento de las estructuras primera y 49 de las disidencias de las Farc, lideradas por alias Iván Mordisco, en zona rural del Guaviare. El ataque dejó 19 personas muertas, una captura, tres sometimientos voluntarios y el rescate de tres menores de edad. La acción fue autorizada directamente por el presidente Gustavo Petro, quien ordenó intensificar los operativos en la región tras recientes enfrentamientos con la población civil.
El operativo, considerado uno de los más contundentes de los últimos años, contó con apoyo de la Policía y la Fiscalía. Según el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, la ofensiva se planeó con aviones Tucano y Super Tucano, helicópteros Arpía y aeronaves de inteligencia, con el objetivo de neutralizar una amenaza inminente contra comunidades campesinas y la fuerza pública. Días antes, en la vereda El Calamar, se habían registrado combates en los que los grupos armados incendiaron viviendas de campesinos como retaliación.
El caso ha generado gran impacto nacional, pues Iván Mordisco es señalado como cabecilla principal de las disidencias y responsable de delitos como terrorismo, homicidios de líderes sociales, reclutamiento forzado y narcotráfico. El Gobierno mantiene vigente una recompensa de hasta 5.000 millones de pesos por información que permita su captura.
