Trump llega a la ONU para presionar por la paz en Ucrania y respaldar la ofensiva de Israel en Gaza

Donald Trump vuelve a colocarse en el centro de la controversia internacional. Pese a minimizar la relevancia de la ONU en su política exterior, el presidente de Estados Unidos aprovechará la Asamblea General en Nueva York para desplegar su hoja de ruta global: respaldar la ofensiva de Israel en Gaza, presionar por la liberación de los 48 rehenes en manos de Hamas y buscar, junto a Volodimir Zelensky, un punto de inflexión que permita frenar la guerra en Ucrania.


Trump llega con una postura desafiante. Su administración bloqueó el ingreso de Mahmoud Abbas y de toda la delegación de la Autoridad Nacional Palestina, impidiéndoles participar en la sesión de esta semana en la que Francia, junto a una decena de países europeos, impulsará el reconocimiento de Palestina como Estado.

Además de endurecer su apoyo a Israel, Trump se reunirá en privado con Zelensky para intentar abrir una vía diplomática con Moscú. Sin embargo, las relaciones con Vladimir Putin atraviesan su peor momento tras la fallida cumbre de Alaska y el reciente ataque masivo ruso con drones y misiles que dejó decenas de muertos y heridos en Ucrania.


La Casa Blanca advierte que Estados Unidos podría aumentar las sanciones contra Rusia, pero condiciona esa estrategia a que Europa deje de triangular importaciones de petróleo ruso a través de terceros países, algo que varios líderes europeos, incluido el primer ministro británico Keir Starmer, consideran inviable.