El presidente Gustavo Petro celebró el pasado sábado 11 de octubre, a través de su cuenta de X, la incautación de 2,7 toneladas de cocaína en el océano Pacífico, asegurando que el cargamento iba rumbo a Costa Rica. “Sin matar a nadie, sin disparar misiles”, escribió, destacando el operativo como un logro de la fuerza pública colombiana. Sin embargo, desde San José, el ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Mario Zamora, salió al paso y desmintió varios puntos clave del anuncio presidencial.
En un audio enviado al diario La Nación, Zamora aclaró que la droga no tenía como destino final su país, que el peso real del cargamento fue de 2.371 kilos, y no 2.700 como afirmó Petro y que los capturados no fueron cinco colombianos, sino dos colombianos y tres costarricenses. Además, reveló que la operación fue posible gracias a información confidencial suministrada por la DEA y ejecutada por el Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica. “Me toca rectificar lo dicho por el presidente de Colombia”, afirmó el ministro.
Colombia, según cifras de Naciones Unidas, cerró 2023 con 253.000 hectáreas de cultivos ilícitos, lo que llevó al gobierno de Donald Trump a retirar la certificación antinarcóticos al país. Aunque Estados Unidos no cortó la ayuda militar, Petro ha cuestionado la rigurosidad de los datos y ahora enfrenta una nueva controversia internacional por la precisión de sus declaraciones.