Gustavo Petro rompió su silencio sobre el Nobel de Paz otorgado a María Corina Machado, pero lo hizo mencionando primero a Wangari Maathai, activista keniana fallecida en 2011. Su mensaje confundió el contexto y pareció diluir el mérito de Machado, opositora del régimen de Nicolás Maduro.
En lugar de celebrar su lucha democrática, Petro le exigió “ayudar al diálogo” en Venezuela, sin destacar el reconocimiento internacional que recibió. Además, evitó compartir la imagen oficial de Machado como galardonada, optando por repostear una publicación conmemorativa de Maathai.
Las críticas fueron inmediatas. Analistas y políticos lo acusaron de ignorancia y de proteger a Maduro, señalado por vínculos con el narcotráfico y violaciones a los derechos humanos. Vicky Dávila y Andrés Forero calificaron el gesto como mezquino y evasivo.
Incluso hubo burlas. El caricaturista @Diegocaricatura ironizó que Petro escribió y borró cientos de versiones del mensaje para no incomodar a su aliado. El Nobel a Machado se convirtió en un incómodo recordatorio de lo que Petro no ha logrado ni se atreve a reconocer.